Uno de los problemas a la hora de vender nuestros servicios como filmmakers (yo prefiero decir videógrafos) es el copyright de la música. En este artículo te contamos cómo terminar con esta pesadilla.

Si eres videógrafo, tal vez te ha pasado: entregaste un vídeo a tu cliente que está feliz con el resultado pero a los días te contacta por un aviso de YouTube o Instagram que dice que el vídeo «no se puede monetizar» y no sabe cómo quitar los anuncios debido a… la música del vídeo. Ahora toca eliminarlo de YouTube, perder todos los plays y elegir una música diferente, pero… ¿cuál? Seguramente, la edición iba al 100 x 100 con el maldito tema musical y para tí es como volver a empezar. ¿Qué podemos hacer para evitar que esto te pase? Tranquilidad, aquí en MVB Prods.#SomosVideo te damos todas las respuestas y un método a coste cero. Pero antes… Veamos qué te está impidiendo publicar libremente el vídeo: el denominado copyright musical.
¿Qué es el copyright musical y cómo funciona el Content ID de YouTube?
El copyright musical es un tipo de propiedad intelectual que protege al autor de que copien, usen, adapten o integren su música en cualquier medio sin permiso comercial. Esto es en teoría, en la práctica el autor de los temas poco tiene que ver con el copyright. Para llevar a cabo esta tarea de vigilancia global, YouTube dispone de su denominado Content ID, una herramienta diseñada para detectar cualquier uso indebido de la música en su plataforma. Para ellos «indebido» es la aparición mínima de cualquier pasaje musical que se parezca a algo de lo que tienen registrado en su base de datos con el objetivo de encontrar cualquier excusa para ponerte anuncios en el vídeo y darle el 45% de los ingresos a la empresa que gestiona esos derechos de explotación, quedarse el resto y no hacer preguntas. Estas empresas a su vez se quedan este resto y con suerte, comparten una pequeña parte con el autor (varía según la empresa y el acuerdo alcanzado). Lo que tienes que saber es que no hay un vínculo directo entre YouTube y los autores, por lo tanto, no te rompas la cabeza intentando contactar al autor de la canción, ni con su permiso firmado con sangre podrás usar su canción.
Que sepas, que a veces se Content ID equivoca y cree detectar coincidencias donde no las hay. Si te pasa esto, tienes que abrir un reclamo que se desarrolla bajo varias amenazas por parte de YouTube que te avisa que si no tienes razón tal vez te cierra el canal. Que no salte el Copyright con la música de un vídeo no quiere decir que en el futuro (al actualizarse o perfeccionarse su base de datos o su detector de huella musical) termine «identificando» algo y te limite el vídeo (luego veremos por qué este es un factor fundamental a tener en cuenta a la hora de elegir qué música vamos a usar para nuestros vídeos). ¿quieres saber más sobre cómo funciona Content ID? Aquí te dejo un vídeo de cómo funciona esta herramienta:

Pero no desesperes, al final de este artículo encontrarás una buena noticia.
Sin los derechos de la distribuidora no puedes usar la canción.
Para la grabación y distribución de las canciones, los autores necesitan la gestión de terceras empresas que son los verdaderos propietarios legales del copyright de las canciones. Por ejemplo, para que un autor pueda subir sus temas a Spotify, casi por obligación tiene que delegar los denominados derechos de explotación de sus temas. Pensemos que el copyright está diseñado principalmente para que pueda monetizarse la música y restringir los canales donde se reproduzca la misma, es decir, impedir que se reproduzca en otro canal que no le retribuya beneficios a la empresa de gestión del copyright.
El copyright existe para defender los derechos comerciales de los temas musicales (más que los derechos de propiedad intelectual)
Por ejemplo, si subes un vídeo YouTube que contiene un tema con copyright, seguramente te saltará el típico aviso de que se puede reproducir el vídeo peeero «no puedes monetizarlo». ¡Ojo, que tiene trampa! Porque que «no se pueda monetizar» no quiere decir que el vídeo no monetice. Realmente significa que el que lo ha subido, no va a poder desactivar los anuncios del vídeo y encima no va a ver un dólar. ¿Quien se lo lleva el dinero de los anuncios? ¿El autor? Eh… Bueno. Los ingresos que percibe YouTube por colocar esos anuncios en el espacio de ese vídeo se los lleva en gran parte YouTube (G*ogl*), que se lleva el 55%. El resto (45%) es a repartir entre los que tienen los derechos de copyright (la distribuidora comercial). O sea, que si crees que poniendo un tema de tu amigo en tu vídeo, le estás ayudando… Olvídate. Más bien estás ayudando a YouTube a hacerse aún más rico.
¿Qué podemos hacer para evitar que salte el copyright en nuestros vídeos?
Hay pocas maneras de resolverlo y casi todas son al misma: pagar para poder usar. Peeeeero… Creo que he encontrado una fórmula intermedia que te cuento al final de este artículo, que está pensada para resolver el problema a los videógrafos que como yo que lo único que queremos es ganarnos el pan sin violar los derechos de ninguna compañía internacional. Aquí hago un repaso con las opciones estándar que existen hasta el momento:
1· Comprar los derechos de copyright de un tema musical por internet.
Esta primera opción puede que sea la más acertada para clientes grandes. Puedes comprar directamente los derechos de un tema musical para tu vídeo en webs especializadas como Premium Bit o Audiojungle donde puedes comprar los derechos de las canciones de entre 1-10$ a lo que quieras. De esta forma te quitas de rollos y tu cliente puede poner el vídeo donde se le antoje ya que has comprado los derechos para hacerlo. Asegúrate de que envíen el certificado y que seadquieren los derechos de explotación con posibilidad de difusión dentro del territorio donde se va a publicar el vídeo y en el medio donde se va a ver (no es lo mismo derechos de difusión para Cines, TV y redes sociales, que solo para redes sociales). Lo malo: suelen ser un pelín caros (por mi propia experiencia, a veces piden más por los derechos del tema musical que por lo que cobro por hacer el vídeo…). Además puede que otros videógrafos los hayan comprado (no son en exclusiva los derechos) y coincida con otras producciones. Si el coste ni la exclusividad supone un problema para tu producción, esta puede que sea la mejor solución. Si quieres exclusividad… Será mejor que saltes a la opción 3.
2· Plataformas de música mediante pago mensual (con posibilidad de editar por pistas).
Te das de alta con tu canal de YouTube en plataformas como Epidemic Sound (11€/mes) o Envato Elements, que están especializadas en ofrecerte todo tipo de música con un catálogo brutal para libre uso en tus vídeos. Mientras estés dado de alta, no tendrás problemas con el copyright, siempre y cuando subas los vídeos a tu canal. Además tienes la posibilidad de trabajar las pistas por separado (cada instrumento por separado), abriéndote un mundo de posibilidades en la edición. Lo malo es que esta opción solo sirve para un canal de YouTube. Entonces, si como videógrafo tienes solo un cliente, pues te tocaría convencerlo de que se suscriba. Si eres YouTuber ésta es la mejor opción. Epidemic Sound te ofrece por un poco más de dinero al mes (20€/mes) la posibilidad de usar sus temas musicales para tus clientes (tienes que autorizar tu vídeo a través de la plataforma). Si te das de alta hoy tienes un periodo de prueba de 30 días en el que todo el contenido que publiques permanecerá autorizado para siempre a nivel mundial. No está mal, ¿no?
3· Contratar a un compositor musical.
Esta es la opción más estupenda. Disponer de tu propia composición musical es simplemente genial. Tiene de bueno que eres el productor de la música (si lo haces bien, tienes los derechos de explotación), es una composición en exclusiva que el cliente valorará. Además, favoreces a la creación de cultura y arte. Es un win-win-win. ¿Lo malo? Que o el compositor tiene un catálogo de temas para desarrollar o los tiempos te pueden jugar en contra. Componer música lleva tiempo y los costes pueden variar bastante. Factores que pueden jugar a favor: la moneda con la que pagues y el país donde viva el compositor. Aquí ya hay que tener mente creativa para conseguir un coste rentable. Es importante que tengas firmado la cesión de explotación en exclusiva del tema musical. Si quieres ir por esta opción, te recomiendo recopilar una agenda de compositores. De esta forma, yo he dado con artistas compositoras como Luisina Kippes, con quien conté para hacer la música original de A Morfar! Todo sobre la BBQ.
4· Música «libre de copyright» VS música libre de copyright.
Si pones en YouTube «música libre de copyright» te van a aparecer un montón de opciones para usar como música en tus vídeos «sin copyright» pero tiene un inconveniente peligroso: Que no salte el copyright hoy, no quiere decir que no salte en un futuro. Últimamente, está habiendo músicos que crean este tipo de temas «libres de derechos», dejan que se popularice, y cuando lo consideran (vamos, cuando ven que van a tener ingresos por ello), dan de alta el registro intelectual y salta el Content ID «a traición» en todos los vídeos donde esté incluida (si, aunque lo haya registrado a posteriori de la publicación del vídeo). Esto puede hacerte un roto importante si no lo has tenido en cuenta antes (recordemos que YouTube no permite cambiar los vídeos, solo enmudecer la parte correspondiente). No es nada recomendable esta opción. Pero oye, si no queda otra, pues lo que dure. Quien sabe, igual nunca se registran. Por otro lado, existe todo un catálogo de temas musicales que están libres de copyright simplemente porque han vencido. Los derechos de propiedad intelectual, según el país, si han pasado 80 o 100 años se vuelven libres de derechos. Esto es una gran ventaja a tener en cuenta, porque nos abre un mundo de posibilidades: Mozart, Bach, Beethoven, canciones folclóricas…
5· Si no puedes con tu enemigo, únete a él.
Como videógrafo, ya me cuesta bastante aprender cada día de camarografía, edición, corrección de color, mejorar la técnica de gimbal, desarrollarme en técnicas paralelas como el timelapse, crear animáticas para videoclips, implementación de story-telling en los vídeos que hago para mis clientes… Como para encima ponerme a componer música. ¿Qué solución he encontrado y por qué la quiero compartir con vosotros? Porque te simplifica bastante el proceso y a coste cero.
Una solución para usar música en tus vídeos by MVB Prods: YouTube Studio
Hay muchas cosas que no me gustan de G*ogl*. Tienen un poder desmesurado sobre estos asuntos y estamos atravesando un periodo de monopolio que espero termine más pronto que tarde, especialmente en lo que se refiere a la difusión de vídeos. Pero mientras, han dado con una fórmula para facilitarnos el trabajo a los videógrafos que a mi me parece útil si la combinas con un acuerdo previo con el cliente.
La biblioteca de YouTube para uso libre en… YouTube
Tomando este monopolio como hecho, llego a la conclusión de solo necesitamos usar canciones que sean compatibles con esta plataforma (a no ser que estés haciendo un anuncio para TV o alguna pieza artística como película, documental o cualquier producción que fuera a competir en festivales). Sin cesiones ni trámites. Simplemente, accediendo a la pestaña de nn el apartado «Biblioteca de audio» de YouTube estudio, tienes un catálogo muy jugoso que dispone de unos filtros (muy básicos) para buscar temas musicales según estado de ánimo, estilo o longitud. Da igual qué tema elijas, YouTube se compromete a que no generarán ningún problema de copyright en su plataforma. Te recomiendo que pruebas compositores como NEFFEX que es un autor que yo uso mucho para mis vídeos. Al usar la música de esa biblioteca, ni tú ni tu tu cliente no tendréis ningún problema (siempre y cuando el vídeo se suba a YouTube). Ten en cuenta que luego puede usar mediante el link del vídeo para colgarlo en redes sociales o en páginas web. De esta forma, se aprovecha el potencial del reproductor más popular del mundo sin entrar en conflicto con el escabroso tema de los derechos de autor. ¿Cómo combinar esta biblioteca con tu proceso de entrega?
«Lo que está escrito, va a misa»
A la hora de presupuestar, aclara por escrito que usarás música compatible con YouTube (pero que no garantizas su compatibilidad con otras plataformas). De necesitar querer usarse en otra plataforma, podría tener coste adicional. Y listo. Así tu cliente sabe de antemanos que puede elegir entre no pagar por la música usando YouTube como plataforma de difusión, o pagar extra. ¿Qué crees que elegirá tu cliente?
Soy consciente de que no te he descubierto América. Lo que vengo a explicar en este post es que si somos ordenados y logramos una buena comunicación con nuestro cliente, podemos evitarnos problemas fácilmente, rentabilizar nuestro tiempo y mejorar nuestro desempeño artístico. Sabiendo el cliente cómo resuelves el tema del Copyright, os ahorráis desencuentros.
Usa Vimeo para vídeos que lleven música con copyright
Y si estás en una situación donde tienes que usar sí o sí un tema con derechos de autor, te recomiendo alojar el vídeo en Vimeo. En esta plataforma en su versión gratuita no tiene detector de copyright y puedes mostrar sin mayores problemas el vídeo en web. De esta forma te evitas los anuncios que te planta YouTube cuando detecta música con derechos de autor que son tan molestos y que seguro harán que el cliente llame a tu puerta.
Esta es mi manera de resolver este asunto. Pero no tiene por qué ser la mejor ni la única. Seguramente tú hayas encontrado otros modos de resolverlo. De ser así, sería genial que lo compartas en los comentarios. Entre todos podemos hacernos más eficaces y llegar más lejos.
Te mando un saludo.
Posdata: Por mi experiencia, los temas de YouTube Studio no suelen dar problemas con Instagram ni con LinkedIn, pero no lo puedo asegurar.